Monday, September 04, 2006

El ciclista

El entrenador me lo dijo mientras desayunaba unos cereales. "Hoy siquieres, atacas. Ya no nos jugamos nada y estas etapas no le interesana los grandes clubes. La clasificación general está muy apretad aarriba como para desgastarse en una etapa larga y sin puertos. Ataca cuando quieras, es tu oportunidad de lograr un triunfo en tu carrera.Por mi no te preocupes, yo abandono este año este deporte maldito y a mi este Tour no me interesa. Ataca" A la salida hacía buen dia y hemos salido de un pequeño pueblo en medio de Francia casi a mediodia. Estaba nervioso, veía al pelotón tan relajado y yo con la presión de tener la primera oportunidad de mi carrera para atacar, hoy no sería un gregario, hoy sería el escapado.Como me gusta la épica, comento la imprudencia de atacar en el kilometro 20, lo que supondría una escapada de unos 150 kilómetros en solitario, y lo hago. Aprieto y en breve me veo solo en la carretera,como había intuido el entrenador, en seguida noto que nadie presiona ya los 30 kilómetros le saco al pelotón casi 20 minutos. Avanzo por Francia fuerte, pedaleando heroico, empiezo a saborear la sensación de triunfo, fantaseo con terminar este tour y haber sumado mi primera victoria. Volver a casa y colgar la foto en el salón con mi imagen y los brazos en alto cruzando la meta en solitario. Así voy viajando,por que esto al final es un viaje, mis pensamientos me dan aun mas fuerza y mi pedaleo se vuelve casi volcánico, un huracán. El entrenador, en el coche técnico, me dice que va a dejarme, que va a ver como van las cosas por atrás, en el pelotón, que me ve muy seguro y que siga así. Y sigo, sigo kilómetros, y kilómetros de avanzada,siempre al frente, como en la vida misma. Noto, y es algo que me molesta, que ya no me sigue ni la moto uno de la televisión, esa que siempre va haciendo interferencias, tampoco veo el helicóptero sobrevolando, seguramente se han ido atrás, a ese pelotón desganado en el que podrán sacar buenos planos de los líderes de la carrera relajados y sonriendo, pero da igual, asi sigo, así pedaleo, contra todos, mi pedaleo no es ya una competencia contra los otros ciclistas sino contra todos. Avanzo solo, no el coche de carrera me sigue. No hay público, no hay nadie, el asfalto y yo. Se hace de noche y sigo solo, pedaleo confundido, preguntándome donde estará la meta, el pueblo al que debo llegar para levantar los brazos.Amanece, pero no siento cansancio, sigo. Llegaré heroico a mi meta, obtendré mi foto y me rebelaré contra los medios que no se interesan por ciclistas del montón, ciclistas de dorsal alto, el mío es el 207. A las cámaras les interesan bien el 1, bien el 11, quizá el 21, pero el 207, el 207 no. Sigo, llevo mas de 24 horas pedaleando cuando descubro que no, que nunca llegaré, que avanzo solo y perdido por Francia pero sigo, sigo y decido que nunca pararé. Que seguiré pedaleando hasta el final, hasta algún lugar donde exista una meta o mi propia meta, mi propio fin.